Finde de reencuentros

En unas horas pongo rumbo a Madrid para disfrutar de un fin de semana nostálgico. Nada más llegar me esperará EL MIGUEL (hermanooooooo) en su pingüino cueva. Se convertirá en mi centro de operaciones durante estos días. Con él, el otro Miguel (historietas), Gato y Losa, quién amenaza con grabar un corto contándo con mi inestimable ayuda. Será un momento para recordar tantas juergas, tantas confesiones, tantas partidas de XBOX etc...que durante 3 años he podido compartir con ellos. Amigos, ex comapñeros de piso y, sobre todo, HERMANOOOOOOOOOOS¡¡¡

La mañana del viernes me hará regresar a los Pasillos de Prado del Rey, pero esta vez iré de visita, no para trabajar ni hacer un máster. Será el momento de ver a todo mi equipo de la noche, aunque algunos ya disfrutan de horarios mejores. A compañeros de otras áreas con quienes también he compartido más de 2 años de mi vida. Ojalá pueda volver a sentarme en la redacción de informativos pronto y no tengan que acreditarme para poder pasar. Muchos recuerdos, todos buenos, pasarán por mi mente en cuanto me baje del "ligerito" y traspase las puertas de la Casa de la Radio.

Por la tarde llegará el momento cumbre: 3 reencuentros en 1: vuelta a disfrutar de mi cuadrilla de Vitoria, de mi colega Pedraza y de la Copa del Rey de Basket. Momento que, pase lo que pase en el derby, será memorable. A la cabeza del pelotón, el gran Javi Domaika, que tiene la suerte de trabajar estos días cubriendo la copa para Canal Gasteiz. El año pasado, en Bilbao, también nos vimos las caras. Mañana, en Madrid, la foto se repetirá, espero que el resultado cambie¡¡¡¡ Además, no le veo desde su boda. Todo un señor casado¡¡¡

Ya el sabado turno para los amigos masterianos¡¡¡ Probablemente será el momento más emotivo del finde, proque hemos pasado muchas cosas juntos. Porque parte del equipo hemos vuelto a nuestras tierras. Porque los horarios de trabajo impiden que los que siguen en la radio coincidan habitualmente...En fin, por muchas cosas, tocará emocionarse¡¡¡

De juergas y demás no hablo, porque no se qué deciros. Miedo me da lo que pueda surgir de una posible alianza hermanos-cuadrilla de Vitoria. En serio, tienen mucho peligro por separado, juntos puede ser tremendo¡¡¡ Así que me toca resignarme: disfrutar, disfrutar y disfrutar....Ah, y que gane el Bilbao Basket¡¡¡





El tiempo pasa muy rápido

Lo añoraba. Ha sido una de las cosas que más he echado en falta desde que emprendí camino a Madrid. Ayer volví a pisar la cancha de Las Llanas. Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde hace 3 años y medio. Lo primero, indudablemente, mi físico. Con 12 o 13 kilos más que en 2007 y una rodilla con el cruzado roto. Lo segundo y lo más importante: los compañeros. 

Hace un tiempo, cuando yo vestía la camiseta verdinegra del Sestao FS, los viernes se convertían en el día en que preparabas el partido del fin de semana. Llegabas de trabajar, hacías la mochila, tomabas algo con la cuadrilla y rumbo para el polideportivo. Allí saludabas a los que ya estaban (el primero en llegar siempre era Fermín, nuestro hooligan más veterano) y te cambiabas mientras hacias el gilipollas con los compañeros. Hasta las 21:00 no empezabamos a entrenar, por lo que nos quedabamos 10 minutos viendo la patxanga que 4 amigos jugaban todos los viernes, como si de una tradición ancestral se tratara.

Ayer entrenaba el Sestao. Los 4 amigos de siempre jugaban su partidillo. Pero algo había cambiado. Yo no estaba mirando ni esperando para saltar a la cancha. Yo estaba jugando con mi cuadrilla, estaba siendo observado. A la espera: los miembros del actual Sestao FS, que también ha cambiado, pero mantenía 3 jugadores, amigos, con los que yo pasé muy buenos momentos. Incluso tuve la oportunidad de ir a la boda de uno de ellos, estando ya en Madrid. Los 3 me saludaron, abrazaron, vacilaron por mi barriguita, hicieron algún comentario sobre mi camiseta de Stoichkov....Por un momento me sentí de nuevo jugador del Sestao FS, mi equipo.

Pero no, la vuelta a vestuarios me devolvió a la realidad. La inercia me llevo al vestuario del fondo, el grande, en el que siempre nos cambiabamos. Pero estaba ocupado. Algún jugador de la actual plantilla todavía seguía cambiándose. Asi que dí media vuelta y me cambié con mi cuadrilla. Ahí me dí cuenta de otro cambio: había llevado champú. En los 2 años y pico que jugué y entrené en esa cancha, no recuerdo haber llevado champú nunca. Junto a otro compañero tenía la tradición de robárselo al Txopillo o a Txetxu.

Ayer fue un día para recuperar sensaciones, pero pasó muy rápido. Bueno, miento, hay una sensación que perdurará unos días: las agujetas, que me llegan hasta las pestañas. ¿Eso será que, en el fondo, sigo siendo jugador de Futbol Sala?.....